Los ordenadores son más rápidos que nunca pero para las cosas básicas tardan más que nunca.

Entre anuncios, trackers, scripts y demás una simple página web puede tardar hasta segundos en cargar cuando lo que ibas a buscar era simple texto y alguna imagen suelta. Esto es a lo que se llama el bloat de la World Wide Web.

Luke Smith es el que me introduce a esto hace par de años y me reveló que yo no estaba loco: por muy rápido que sea tu internet la experiencia navegando suele hacerse insufrible.

La WWW permite excederse

Con los años la WWW ha ido creciendo y desarrollándose en sus lenguajes y protocolos.

Empezábamos con simples foros y páginas personales con textos sin cuadrar, GIFs a cascoporro y los fondos de pantalla de papel arrugado o mármol. Después de unos años de CSS, JavaScript… ya empezamos a ver páginas web no solamente bonitas sino también interactivas; y un poco más adelante en la historia empiezan a desarrollarse frameworks de JS y otras tecnologías que permiten hacer páginas web con un diseño brutal pero con dependencias alrededor de Internet.

Con los ordenadores y servidores cada vez más potentes, y los navegadores web cada vez más competitivos en características y estándares compatibles, en la actualidad toda página web respetada por el público es un cúmulo de código y accesorios en una cantidad que antes era inconcebible.

También hay mucho dinero en juego

A nadie normal que viva de su contenido en Internet le hace gracia depender de donaciones o no cobrar en absoluto. Poner publicidad en las páginas web o utilizar tracking para encasillarte en un público objetivo para la publicidad en otras páginas o saber qué te interesa es una práctica usual en la WWW.

Cada una de estas utilidades es un script localizado en otro servidor, y que se ejecutará en local consultando a –posiblemente– un tercero para subir información relevante sobre ti.

Si a esto añades que cada página puede tener hasta decenas de estos trackers, debes esperarte par de segundos como mínimo en que la página, más que funcionar correctamente y darte lo que pides, está recopilando información y criterios que después enviará a un servidor.

En el principio no todo era WWW

Antes de la popularización de la WWW y su forma de compartir información visualmente ya estaban surgiendo protocolos que se centrarían más en la simplicidad y la entrega rápida de información.

Gopher es un protocolo para compartir información basada en texto. Sin imágenes, sin vídeos, sin estilos y sin excesos: solo texto tal como lo verías en un editor de texto cualquiera. Además, como es solo texto, en el navegador podrías configurar tipos de letra, colores… para que todo estuviera como tú quisieras al navegar.

Si la WWW utilizaba HTTP como protocolo y HTML como lenguaje de marcado, Gopher es el protocolo y lenguaje de marcado de lo que llamaríamos la Small Internet.

Gopher sin embargo cayó en el olvido por las restricciones a nivel multimedia además de que iban a empezar a cobrar por descargar el servidor Gopher original.

El renacimiento de la Small Internet

Después de años se desarrollaban protocolos similares a Gopher con la misma filosofía en mente pero, según la intención de cada uno, podría expandirse la funcionalidad de formas que lo hicieran más atractivo para el público en general.

Una alternativa moderna es Gemini. Parte de la filosofía de Gopher pero usa Markdown como lenguaje, permite multimedia de todo tipo, y hasta admite cifrado por TLS por defecto –junto a muchas otras pequeñas cosas–.

Con Gemini la filosofía del Small Internet se ve refrescada: tenemos la misma usabilidad que en el pasado, pero aprovechamos el ancho de banda y rendimiento extra de los ordenadores para admitir también audio y vídeo, y cifrado del contenido y formularios que enviemos.

¿Si quiero minimalismo me paso a Gemini?

En vista de que HTTP vs. Gemini solo tiene diferencias visuales a la hora de entregar la información, y que eso es meramente cuestión de preferencias, puede parecerte interesante olvidarte de la WWW y pasarte a Gemini y punto.

Sin embargo, recordemos que Gemini es un protocolo en sí. Su servidor usa un puerto específico para conexiones, y para navegar en páginas hechas con Gemini vas a necesitar un navegador específico –o un proxy preparado para ello–.

Para enterarte de la geminisphere –como se le llama a la Internet de páginas Gemini– vas a tener que informarte sobre los motores de búsqueda, blogs que hay, dónde ir para buscar más… y vas a tener el navegador lleno de marcadores para ahorrarte tener que dar vueltas cada vez que abres el navegador.

Hablando de navegador, puedes usar bombadillo, lagrange… Aunque hay que tener en cuenta que su filosofía es muy distinta a la de cualquier otro navegador que pueda haber por ahí –bombadillo es basado en terminal con atajos de Vim–, así que puede ser un poco disruptivo pasarse si no estás mentalmente preparado.

Al final es un sacrificio que hacer en tus hábitos y –si a eso sumas que no podrás ver las páginas normales y que tendrás que abandonar todo lo que conoces– probablemente es demasiado que hacer. Es algo que a mí me costaba demasiado.

¿Y qué tal si me quedo en la WWW?

Visto lo visto es más viable intentar llegar a cierto minimalismo desde la misma WWW para no tener que dar nada a cambio –al menos nada más que estética y poder visitar algo como Youtube y demás–.

Afortunadamente, montón de personas han puesto su granito de arena para que podamos usar la WWW sin rompernos la cabeza o teniendo que esperar segundos para ver una página de recetas. Desde extensiones de navegador hasta proxies y motores de búsqueda que lo hacen todo más fácil, veremos qué podemos usar como usuarios de la WWW si queremos quitarnos el peso de encima.

Primero, y más importante, la extensión uBlock Origin.

No solo es un bloqueador de anuncios, sino un bloqueador de contenido. Bloquea trackers, cookies, malware, pop-ups de chat… todo además de publicidad. Si lo que buscas es más velocidad a la hora de cargar páginas esto te ayudará un montón, puesto que ataja directamente al problema de la lentitud. El diseño de la página probablemente no cambie pero te librarás de la basura que tenga.

Sin embargo, si crees que el mismo diseño de las webs es demasiado supérfluo o quieres quitarte de encima el oído caso de la página que no tiene trackers pero que es compleja y lenta de descargar en sí misma, FrogFind puede ser tu amigo.

FrogFind es un motor de búsqueda –como Google o Bing–, pero con el añadido de funcionar como proxy. Si buscas una página por medio de este buscador y entras en uno de los resultados, lo que se te mostrará no es la página en sí, sino una versión minimizada con solo texto, colores, y una hilera de enlaces con los que abrir los recursos multimedia de la página.

Como podrás imaginar es algo bastante destructivo, y lógicamente no funciona a la perfección en todas las páginas web; pero si lo que buscas en Internet es solo texto y te cansa estar lidiando con tantas fotos, comentarios, diseño extravagante… quizá te es útil.

Si quieres ir a lo extremo –algo que tampoco es recomendable–, puedes cambiar tus hábitos y solamente visitar páginas minimalistas. Para eso está Wiby.

Wiby es un buscador que no tiene las características y filigranas de FrogFind, sino que como respuesta a tu solicitud solamente te mostrará páginas minimalistas. Páginas que van desde solo texto a texto y CSS, pero que al final nunca terminan añadiendo mucho más a su contenido importante.

De esta forma no solo podrás incrementar la velocidad de lo que visites, sino que hasta puedes cambiar su diseño, o hasta dónde terminarás leyendo lo que buscas. Todo sin abandonar la WWW, su utilidad, y su comunidad.

Desde el punto de vista del creador

Mi folosofía se basa en que si tienes un estándar no deberías pretender que los demás se ajusten a él sin que tú hagas lo mismo –y mejor, si cabe–. De esta forma, yo intento usar métodos y programas que me permitan dar un rincón en la WWW con minimalismo, velocidad y sin tonterías.

En un principio tenía un blog en la Smallnet, una página web –a lo que se llama cápsula Gemini– y hasta un tilde –algo a lo que quizá dedique un post en un futuro–. La página era perfecta y fugaz, pero nadie –ni mis amigos– podía verla sin tener que dar un gran salto. Algo que no me interesa

De esta forma, aproveché que estaba haciendo mi portfolio para hacer además una migración de todo lo que tenía en la Smallnet a la WWW intentando alcanzar el minimalismo deseado.

Luke Smith fue el que me introdujo al concepto de páginas estáticas. Si lo miramos bien, el problema con la WWW son las consultas al exterior –ya sean scripts, bases de datos…–, y si no fuera por ellas y bastara con descargar las imágenes y archivos locales vitales, el rendimiento aumentaría muchísimo. Una página estática acaba con todo eso, y solamente carga lo que tiene –y lo que importa–.

Sin embargo, aunque un archivo de texto plano pueda contar como página web estática, quise llegar un paso más allá y usar un generador de páginas estáticas con tal de mantener cierta estética. En mis páginas personales –y allá donde me dejan– uso gohugo. Eligiendo un tema de los disponibles en Internet y usando Markdown, hugo creará HTML, CSS y JS como debe ser para generar tu página web estática y estética.

De esta forma, mientras busco en páginas que no malgastan ni mi tiempo ni mi ancho de banda, también hago posible que la gente que ve mi contenido no tenga que sufrir lo que yo intento evitar. Que tener un equipo rápido no sirva de excusa para hacer las cosas mal y en exceso.

Gracias por leerme.